Una crisis económica, una burbuja inmobiliaria, 4.3 millones de parados, varios partidos políticos... un antes, un durante y un después sin saber donde iremos a parar. Resulta increíble emigrar al primer mundo huyendo del desatino político latinoamericano y experimentar un Deja Vu económico, político y social.
Hablo de 46 millones de personas cuyas vidas dependen del interés particular de unos pocos y de las profundas ganas de votimar que siento 6 días a la semana frente a la pantalla de mi televisor. Quien es éste tío llamado Rajoy que me produce tanto rechazo?; será posible que la ignorancia de los españoles resulte de la misma magnitud que la de los pueblos latinoamericanos y que ése aire de superioridad ante ellos no sea más que un falso orgullo o un orgullo sin bases. No puedo evitar indignarme cada vez que lo escucho, como no puedo evitar recordar una película llamada: El Presidente y la Sta. Wade, donde el principal opositor al presidente norteamericano era un candidato tan miserable, egoista y falso que necesitaba echar caca sobre los demás para obtener algo de brillo. Eso exactamente es lo que veo en éste individuo llamado Rajoy; un ser tan opaco y carente de luz propia que el único recurso que con el que cuenta para hacerse notar es escupir un montón de basura improductiva sobre el actual gobernante y su equipo. Será que realmente no tiene algo positivo que ofrecer?
Lo que me preocupa no son las ganas de vomitar que siento a diario al verlo diciendo barbaridades en las noticias, sino el profundo temor que me produce pensar que pueda llegar a ser presidente de éste maravilloso país donde siembro mis raíces junto a mi familia. Me cuesta creer que una persona que transmite tanta codicia de poder, tanto egoísmo y tanto racismo de clase sea quien maneje el futuro de mis esfuerzos y mis días.
Como pueden los españoles pensar y creer que un individuo, que en un momento tan coyuntural de nuestra economía esté más preocupado y ocupado en desbancar a Zapatero de la silla presidencial que en unir esfuerzos, aportar soluciones, hacer sacrificios, tanto personales como de partido, y en fin, hacer todo lo estrictamente necesario para dar un paso adelante en la superación de nuestra crisis y que por el contrario da la impresión de que se levanta y se acuesta sumando y restando las posibilidades que tiene de montarse en dicha silla antes de tiempo porque adelantarse a los tiempos tal vez sea la única forma segura de llegar a la presidencia para él, una presidencia que no fué capaz de ganar en su momento.
Como podrían los españoles abrir los ojos y entender un poco más de política y hacer valer sus derechos. No es posible que el futuro de un país desarrollado como éste dependa de los escaños que ganen o pierdan los políticos en el congreso. Que cada vez que se va a tomar una medida, lo último en lo que piensan los políticos parece ser en el bienestar de los ciudadanos porque avanzar o retroceder en los espacios políticos priva por encima de cualquier interés común a la comunidad.
En los últimos 18 meses lo único que he logrado escuchar por parte de cada uno de los voceros y directivos del PP es que la culpa de todo es de Zapatero. Gracias a Zapatero tenemos 4.3 millones de parados y gracias a él se ha parado la construcción, y éste país dejó de producir por su culpa y los bancos se han quedado sin liquidez y no otorgan créditos porque compran deuda del gobierno y gracias también a Zapatero, etc. etc. etc.
Claro, estratégicamente se les olvida decir y hacerle recordar al pueblo que fué gracias a Aznar y al PP que los españoles vivieron 15 años de mentira en la isla de la fantasía mejor conocida como la burbuja inmobiliaria y que la famosa Burbuja Inmobiliaria que hipnotizó a los españoles que querían subir de estatus ganando dinero de forma muy fácil y rápido la introdujo en España el Sr. Aznar, ex presidente español por el partido PP, y que ahora, cuando ésa burbuja irremediablemente le explotó a todos los españoles en la cara lo único de lo que son capaces de decir es que Zapatero tiene la culpa, siendo incapaces de aceptar que la famosa burbuja venía con una aguja incorporada de autopinchazo cuando menos te esperabas. O sea, que fuimos engañados por la ilusión de prosperidad que el PP sembró en los españoles. El colmo de todo ésto lo he escuchado ésta noche en palabras del Sr. Esteban González Pons, vocero oficial del PP, cuando dijo en la entrevista del 24horas que Zapatero era el único culpable de que el Sr. Aznar se haya quitado la careta ésta tarde en el auditorium de la Unversidad y le haya mostrado el dedo medio a los españoles en un gesto más que escatológico, significativo y 100% censurable, y yo me pregunto: Por qué el PP trata a los españoles como a unos ignorantes cuando no dejo de escuchar en las fronteras españolas que el tercer mundo queda en América, la cuna de la ignorancia¿?
Yo viví en América, ésto ya lo he visto hace mucho tiempo. No daré mi voto a gente tan falsa y me mantendré al lado de los que al menos piensan un poco en el que menos tiene. No apoyaré una sed de capitalismo desenfrenada que no es más que otra burbuja frantástica. Los presidentes no están allí para enriquecer principalmente sus bolsillos porque el resultado final siempre es el mismo; mientras tienen su mesa servida no se interesan por quien requieren de un cacho de pan. No daré mi voto a quien me considera de idiota. No daré mi voto a quien no me respeta porque soy incapaz de respetarlo.
Siento mucho miedo que en su ignorancia política y de índole económica, el ciudadano de a pie, o sea, el mileurista que a fin de cuentas es la gran mayoría, llegue a pensar y sobretodo a creer que votar por el PP será la solución de nuestra España, creyendo erróneamente que poseen una llave mágica que abre los chorros de dinero, de trabajo y sabrá Dios de cuantas otras cosas; esperanzados en que todo volverá a ser como antes cuando la gan ilusión de riqueza se adueñó de nuestras calles. Ya en el ayer, he visto de ésta misma forma a un país donde los políticos se pasaron la pelota de unos a otros durante 40 ó 50 años hasta que un comunista solapado se montó en el poder destruyéndolo todo con el voto- castigo de un pueblo cansado de tanto vicio, miseria y corrupción.
No pienso dejarme engañar otra vez por la codicia y el egoísmo de los poderosos que olvidan que solo son unos empleados del pueblo y cuya única labor debe ser procurar el bien del estado y no las conveniencias de su partido. No, el nombre de ésta crisis no es el de Zapatero ni mucho menos el PSOE; sería bueno preguntarle a Aznar en qué pensaba cuando infló el globo de una falsa economía, aunque se corra el riesgo de que responda con un lenguaje físico tan escatológico con el dedo medio de su mano derecha estirado frente a un rostro español... será que fué un impulso reflejo de lo que realmente piensa del ciudadano común cuando ya se han ganado las elecciones?...
